Asegura la DEA, que el C J N G y el de Sinaloa acumulan casi 45 mil miembros

El tráfico ilegal de fentanilo es una de las problemáticas que más preocupa a Estados Unidos, por lo que buscan colaborar con México para detener el ingreso de organizaciones criminales a su país

La titular de la Administración Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés), Anne Milgram, aseveró que los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), acumulan más de 26 mil y 18 mil 800 miembros, facilitadores y lavadores de dinero alrededor del mundo, casi igualando el número de elementos dentro de la Secretaría de Marina (Semar).

Durante una comparecencia ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, la funcionaria puntualizó que el Cártel de Sinaloa opera en 19 de los 32 estados mexicanos, con presencia en todos los continentes, a excepción de la Antártica. Mientras, el CJNG influye en 21 estados.

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“Lo que estamos viendo en el caso de estos dos cárteles es diferente a lo que habíamos visto hasta ahora. Están produciendo fentanilo que es letal en dosis pequeñas y están actuando con una perversidad deliberada para incluirlo en otros productos a nivel masivo”, expresó.

Comparado con los elementos de la Secretaría de Marina, ambas organizaciones criminales cuentan con 7 mil 146 integrantes menos, pues la Semar reúne 51 mil 946 miembros, mientras, el Ejército y la Fuerza Aérea suman un total del 165 mil 454 militares, según cifras de la Defensa Nacional (Sedena) en 2020.

Determinan que el CJNG sería el cártel con una presencia más amplia en el territorio mexicano, además, mantienen centros de distribución de drogas ilícitas en Los Ángeles, Seattle, Charlotte, Chicago y Atlanta.

 “El Cartel de Jalisco contrabandea drogas ilícitas como fentanilo, metanfetamina, heroína y cocaína a los Estados Unidos, accediendo a varios corredores de tráfico a lo largo de la frontera suroeste, incluidos Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez, Matamoros y Nuevo Laredo”, argumentó Milgram.

Cabe destacar que, a nivel internacional, el CJNG también había establecido vínculos con otros grupos criminales y organizaciones de narcotráfico en diferentes países, lo que le permitía operar y distribuir drogas en el extranjero, incluyendo Estados Unidos y algunos países de Centroamérica.

Esta semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo una reunión bilateral con la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall, donde se habló sobre el combate contra el fentanilo.

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Asimismo, Estados Unidos, Canadá y México acordaron “cortar” las cadenas de suministro del opioide, comprometiéndose a la vigilancia, inspección y control de puertos y fronteras, así como la integración de un grupo de colaboración para evitar que el crimen organizado utilicen empresas para el tráfico.

Sin embargo, aún esperan contar con la participación de China, país señalado como el principal traficante de precursores químicos del fentanilo. Al respecto, el embajador Ken Salazar reiteró que la entidad “sabe que este es uno de los temas grandes que tenemos que trabajar juntos”.

 “Entre Estados Unidos, México, Canadá, China y los otros 80 países que son parte de esta coalición, espero que se obtengan buenos resultados porque ningún país tiene interés que siga este fenómeno que está creando tanta crisis en los Estados Unidos y en otras partes del mundo”, aclaró.

En ocasiones anteriores, la embajada de China ha declarado que los precursores que utilizan los cárteles mexicanos para la producción ilegal de fentanilo provenga de su país, y, aplaudiendo la cooperación con México, solicitó a Estados Unidos reconocer su responsabilidad en la problemática.

*MG